CULTIVAR LA ESPIRITUALIDAD SINODAL
Cultivar la espiritualidad sinodal como forma de vida que integra y vuelve concretos la comunión, la participación y la misión, y como manifestación de la conversión personal y eclesial a la que estamos llamados, según nuestra condición de ser “germen” de la humanidad nueva, en medio de nuestra ciudad región y sus habitantes.