NUESTRAS CUATRO DECISIONES

NUESTRO HORIZONTE

Nuestra condición de cristianos y ciudadanos en la gran ciudad de Bogotá y en los municipios del oriente de Cundinamarca, nos llama a contribuir, con valentía y creatividad, en el desarrollo de un nuevo humanismo, signo del Reino; caracterizado por la fraternidad y la solidaridad universal.

De Jesucristo hemos aprendido a valorar y a enfrentar, con esperanza, las crisis como desafío y oportunidad, como parte del proceso de enseñanza de Dios y como impulso en el camino hacia la madurez humana y cristiana. ¡Hoy damos testimonio de la fuerza de su resurrección!

Como Pueblo de Dios, reconocemos el llamado del Espíritu Santo a levantarnos y a caminar juntos, al lado de la entera familia humana, para reconocer presente a Cristo vivo en medio de la complejidad del tiempo que vivimos, y establecer, con todas las personas que habitan nuestra ciudad región, el diálogo recíproco de salvación. Por esto, impulsados por este mismo Espíritu, alma de la Iglesia evangelizadora, hemos discernido las decisiones que orientan nuestra misión en los próximos años, convencidos de que “el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.